BANCO DE ESPAÑA NO PREVÉ QUE LOS TIPOS HIPOTECARIOS VUELVA AL NIVEL PREVIO A 2022 EN LOS PRÓXIMOS AÑOS
El Banco de España no prevé que los tipos de interés aplicados a los créditos hipotecarios vuelvan a los niveles de 2021, previos al ciclo de endurecimiento monetario, según señala en su Informe de Estabilidad Financiera de Primavera de 2024.
En el mismo, ha indicado que la transmisión de la subida que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a aplicar en julio de 2022, y ha llevado a situar los tipos oficiales en el 4,5%, ya se habría «prácticamente completado» a finales de 2023, lo que supone que ya todos los hogares en España habrían visto revalorizada su hipoteca.
Al respecto, el Banco de España señala en el informe que la subida de tipos ha sido compensada, en buena medida, por el crecimiento de las rentas en los hogares, de modo que la ratio de carga financiera de los hogares se habría incrementado solo 1,1 puntos porcentuales en 2023, situándose en el 3,2% en diciembre de 2023.
Este aumento de las rentas también ha contenido el incremento de la proporción de hogares con una carga financiera bruta «elevada», es decir, que los gastos financieros sean superiores al 40% de la renta del hogar. De acuerdo con los análisis de simulación del Banco de España, este incremento se habría limitado a 0,7 puntos porcentuales entre 2020 y el tercer trimestre de 2023, lo que situaría al 11,2% de los hogares endeudados en esta posición financiera vulnerable.
REDUCCIÓN DEL COSTE HIPOTECARIO
Ahora, en cambio, la situación es la contraria, puesto que ante la expectativa de recortes de tipos por parte del BCE, el Euríbor ya ha encadenado cuatro meses por debajo del 4%, por lo que el Banco de España prevé que el coste de las hipotecas comience a reducirse.
De hecho, la subgobernadora del supervisor español ya anticipó en enero que un tercio de los hogares se beneficiaría de esta relajación de los tipos en el primer trimestre.
Sin embargo, el Banco de España no prevé que los tipos de interés se vuelvan a situar en los próximos años en los niveles observados en 2021, antes del ciclo de endurecimiento monetario que comenzó en julio de 2022, y que tenía el objetivo de reducir la elevada inflación.
En concreto, afirma que los tipos de interés de referencia se situarán previsiblemente en 2024 «significativamente por encima» del nivel previo al ciclo de subidas, por lo que el coste de los hogares para acceder a nuevo crédito o renovar importes vencidos se mantendrá en un nivel «relativamente alto».
Sobre el mercado inmobiliario, el Banco de España señala que en la última parte de 2023 se observó una moderación en el precio de la vivienda, del flujo de crédito nuevo, así como una intensificación de la reducción del saldo de crédito hipotecario, si bien sostiene que es «aconsejable» reforzar la monitorización de las exposiciones inmobiliarias que tiene el sector bancario con el objetivo de detectar mejor posibles acumulaciones de riesgo.
Dentro del informe, el supervisor también realiza un análisis específico de las exposiciones que la banca tiene a las empresas inmobiliarias y de construcción, y señala que la banca española tiene un crédito concedido a este sector de unos 113.000 millones de euros. La mayor parte de este volumen, un 70%, son operaciones concedidas a tipo de interés variable, por lo que al cierre del año pasado estas empresas ya habrían absorbido, en buena medida, el aumento de los tipos de interés, al igual que los hogares.
«Esta composición del crédito implica una elevada sensibilidad de los costes de financiación del sector a la evolución de los tipos de interés de mercado», señala.
Por otro lado, apunta a que los riesgos de refinanciación «parecen contenidos», al menos a corto plazo, ya que algo más del 90% de la deuda bancaria de las empresas de este sector tiene un vencimiento residual superior a un año.
No obstante, el Banco de España aleja la posibilidad de una nueva crisis financiera como la de 2008-2012, gracias a la reducción en los balances bancarios de las exposiciones inmobiliarias, que son «muy inferiores» al observado antes de esta crisis.
En cuanto a la posición financiera de las empresas dedicadas al sector inmobiliario, afirma que es «heterogénea, con un número «contenido» de empresas con problemas de generación de recursos en relación con su gasto financiero, pero con otras, la mayoría, con «recursos holgados».
Así, concluye que un aumento de los tipos de interés por encima de las expectativas de mercado actuales deteriorarían «solo de forma contenida» la capacidad de servicio de la deuda bancaria del sector. No obstante, las empresas que cuentan con un mayor peso de los gastos financieros experimentarían un deterioro «más notable» de su posición financiera ante estos mayores tipos de interés.
«Los impactos más importantes sobre la carga financiera bancaria de las empresas de estos sectores tendrían lugar ante caídas significativas de su actividad. En la medida que en el entorno actual, no se detectan en España señales de desequilibrios elevados en los mercados inmobiliarios residencial y comercial, la probabilidad de materialización de este factor de riesgo aparece contenida a corto plazo», afirma.
Sin embargo, en el mismo informe, el Banco de España insiste en mantener la vigilancia sobre este mercado, puesto que se trata de un canal que resulta «relevante» para la supervisión de los bancos.