COLECTIVOS DE MEMORIA HISTÓRICA REIVINDICAN ESTE VIERNES EL LEGADO LAS 13 ROSAS Y 43 CLAVELES EN EL CEMENTERIO DEL ESTE
El Partido Comunista de Madrid (PCM) y varios colectivos por la memoria democrática homenajearán este viernes el legado de las 13 Rosas y los 43 Claveles, 56 fusilados en el Cementerio del Este el 5 de agosto de 1939, cuatro meses después de acabar la Guerra Civil.
El acto tendrá lugar a partir de las 11 horas en la Puerta O’Donnell del Cementerio del Este de Madrid, con motivo del aniversario de su fusilamiento por su militancia en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).
Los fusilamientos de las 13 Rosas, mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años, fue, por «su crueldad y ensañamiento», uno de los actos de «represión franquista que más repercusión internacional tuvo», han subrayado los organizadores, que recuerdan que horas antes que ellas fueron ejecutados en el mismo lugar 43 jóvenes compañeros, conocidos como los ’43 claveles’, también de las JSU.
«Ellas y ellos, 56 luchadores antifranquistas, fueron condenados por «adhesión a la rebelión» en un consejo de guerra sumarísimo celebrado el día antes de las ejecuciones», han indicado.
En el 83 aniversario de estos fusilamientos, se reclamará así su legado y se pedirá que su nombre no se borre de la historia, una frase que Julia Conesa, una de las jóvenes ’13 rosas’, dejó escrita en una carta a sus padres la víspera de ser fusilada.
Las ’13 Rosas’ fueron Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.
La mayoría eran militantes del PCE o las Juventudes Socialistas Unificadas y sus edades oscilaban entre los 18 y los 29 años, edad que solo tenía Blanca, la mayor, quien carecía de afiliación política.
Las detenciones de todas ellas empezaron en mayo, tras la caída de la cúpula del PCE en Madrid al término de la Guerra Civil.
Su fusilamiento y el de otros 43 hombres, los 43 claveles, se ha convertido en el símbolo de la crudeza de la represión franquista y en una fecha señalada para la izquierda.