
MAESTRE HARÁ QUE BRAVO MURILLO «DEJE DE SER UNA FRACTURA» CON MÁS ESPACIOS PARA PASEAR Y MEJOR TRANSPORTE PÚBLICO
La candidata de Más Madrid a la Alcaldía, Rita Maestre, transformará Bravo Murillo para «deje de ser un muro que fractura y divide el distrito de Tetuán en dos» y lo hará «multiplicando las zonas verdes, habilitando más espacio para pasear, mejorando el transporte público y creando más carriles bici».
Este plan ya se lo propuso al alcalde y candidato del PP a la reelección, José Luis Martínez-Almeida, hace casi dos años para mejorar «la segunda calle más transitada de España, sólo por detrás de la Gran Vía».
Desde Bravo Murillo y junto con los candidatos Mar Barberán y Norberto Azor, Maestre ha defendido que esta calle necesita ensanchar aceras, crear carriles bici segregados, mejorar los espacios públicos colindantes como las plazas de La Remonta, del Canal de Isabel II, del Poeta Leopoldo Luis y la glorieta de Cuatro Caminos, así como ampliar las zonas peatonales adyacentes a centros escolares, centros culturales y edificios emblemáticos para facilitar la convivencia y el ocio.
«Nuestro plan no es un simple lavado de cara, es una reforma de calado y muy pensada», han destacado desde Más Madrid. La organización política además quiere que el proyecto definitivo sea el resultado de la participación ciudadana.
ACERAS MÁS ANCHAS Y ELIMINAR EL DOBLE SENTIDO
La reforma planteada por Más Madrid aboga por un nuevo reparto del espacio público que aumente el ancho de ambas aceras, un espacio ganado para el peatón que permitirá la aparición de usos que no son sólo el tránsito peatonal sino también la estancia favoreciendo la plantación de más árboles y la instalación de más bancos.
Para llevar a cabo esta ampliación habría que eliminar el doble sentido de circulación de los coches privados, de tal forma que se mantenga el sentido de la circulación sur-norte para coches. Esto supone recuperar la jerarquía original del viario del distrito, al derivar el tráfico norte-sur al paseo de la Castellana y recuperar así la función comercial de Bravo Murillo, reduciendo el tráfico de paso sin dejar de garantizar la accesibilidad de los barrios colindantes.
«La medida implica una drástica reducción de la contaminación acústica y atmosférica en la zona», alega la candidta. De manera complementaria se estudiará reordenar las calles Ávila, Juan de Olías, San Germán y Lope de Haro extendiendo los criterios de mejora peatonal. El transporte público sí mantendría el doble sentido de la circulación, mejorando su regularidad y su puntualidad al reducir su interacción con el tráfico de paso.
A eso se suma un carril bici segregado y bidireccional y otras infraestructuras ciclistas como hangares para las bicis en el entorno de colegios, centros de salud, centros culturales o bibliotecas.
También incluye la reordenación de la carga y descarga del transporte de mercancías para garantizar el suministro a los locales comerciales, a la vez que se minimizan los problemas actuales. Esto servirá también para mejorar el acceso a los mercados municipales.
«Queremos hacer en Bravo Murillo lo que ha sucedido en otros barrios del centro de la ciudad de Madrid. Queremos llevar fuera del centro las políticas de revitalización del comercio y también de cuidado a sus vecinos y vecinas para que dejen de respirar aire contaminado y pasen a vivir en un entorno mucho más amable, mucho menos contaminado y, por lo tanto, con mucha mayor calidad de vida», ha explicado Maestre.