El Ayuntamiento presenta su Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible
El Ayuntamiento ha presentado la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible 2018-2020 para la ciudad de Madrid junto con la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Plataforma Madrid Agroecológico, que agrupa a asociaciones ecologistas, proyectos productivos, grupos de consumo y personas técnicas e investigadoras que trabajan para impulsar la transición agroecológica.
A la presentación de la Estrategia, que es fruto del trabajo colaborativo de varias áreas de Gobierno y de las entidades ciudadanas agrupadas en la referida plataforma, han acudido, en representación del Gobierno municipal, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el delegado de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social, Nacho Murgui; la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras; el Tercer Teniente de Alcalde, Mauricio Valiente; el delegado de Economía y Hacienda, Jorge García Castaño; la coordinadora general del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Paz Valiente, y el gerente de Madrid Salud, Antonio Prieto.
Manuela Carmena ha insistido en la necesidad de tener indicadores para medir los avances en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Ante cifras desgarradoras como la muerte por hambre de una media diaria de 25.000 personas en el mundo, la alcaldesa ha reiterado: “Lo que hay que hacer es ver qué estamos realmente consiguiendo porque esto no es algo baladí. Parece que nos acostumbramos a las números”. “Quiero –ha añadido- que Madrid sea por encima de todo una ciudad solidaria”. En ese sentido ha recordado el compromiso asumido ante Naciones Unidas en nombre de la ciudad de hacer una evaluación continua de cómo Madrid va cumpliendo con esos ODS. “Tenemos que saber si estamos haciendo lo que realmente debemos hacer porque estas generaciones, que hemos vivido en el desarrollo y en la abundancia, tenemos una responsabilidad histórica: hacer todo lo posible para que se reduzcan esas cifras”.
Por su parte Nacho Murgui ha afirmado que gracias al trabajo colaborativo el Ayuntamiento materializa numerosas medidas para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODM): “este pacto supone el aterrizaje de 10 de los 17 objetivos del milenio y hemos encontrado la manera de que estos objetivos se traduzcan en medidas muy concretas”.
Desde la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), participante en esta Estrategia, su responsable de comunicación, Enrique Yeves ha recordado que la alimentación es un derecho. «Tenemos que tratar la alimentación como un bien público y como un derecho y las ciudades tienen un papel fundamental en los objetivos que nos hemos marcado”.
Los trabajos para definir la Estrategia se iniciaron a finales de marzo de 2017, en respuesta a los compromisos asumidos por el Ayuntamiento de Madrid con la firma del Pacto de Milán, un documento suscrito por más de 160 ciudades de todo el mundo en el que se comprometen a construir sistemas alimentarios sostenibles basados en circuitos cortos de comercialización, en la reducción del desperdicio alimentario y en la rebaja de la huella ecológica de la producción alimentaria. El Pacto aboga, asimismo, por garantizar el derecho a la alimentación no solo suficiente, sino saludable y los derechos de los trabajadores y trabajadoras que intervienen en toda la cadena del ciclo alimentario.
En los trabajos para definir la Estrategia, fue significativo el proceso participativo desarrollado entre abril y junio de 2017, que constó de dos sesiones de taller abierto con 11 mesas temáticas de trabajo, un espacio de participación on-line, y un panel público en el paseo del Prado durante los actos de celebración del día Mundial del Medio Ambiente. Igualmente, por otra parte se establecieron espacios de comunicación y colaboración con agentes económicos de la ciudad, por una parte, y con universidades y centros de investigación, por otra.
A la presentación de la estrategia alimentaria han asistido también Andrés Couceiro y Marianna Papapietro en representación de la Plataforma Madrid Agroecológico. Marianna Papapietro ha recordado: «necesitamos que estas políticas sean estructurales y transversales e impliquen a todas las áreas de gobierno. Favorecer el desarrollo de MercaMadrid y los mercados de abastos, entre otras medidas”.
En este sentido en la presentación de la Estrategia diversas áreas de Gobierno han explicado las medidas que se están poniendo en práctica y que se implementarán en el futuro. Desde Equidad, Derechos Sociales y Empleo, se ha recordado que esta área lidera 1 de cada 3 medidas de esta estrategia. Por ello “los resultados que obtendremos no solo están en lo que hagamos, sino en lo que consigamos promover en la ciudadanía” ha afirmado Marta Higueras. Y las acciones concretas del área tienen el objetivo de “garantizar el derecho a la alimentación de las personas más vulnerables”.
El delegado de Economía y Hacienda ha hecho referencia, entre otros, al proyecto europeo MARES de Madrid, un proyecto piloto innovador de transformación urbana a través de la Economía Social y Solidaria. MARES se desarrolla en cuatro espacios físicos que actúan en cinco sectores: energía, reciclaje, movilidad, alimentación y cuidados (éste último, transversal a todos). Y en el MAR de Alimentación sobresale, por ejemplo, la colaboración con el CSIC para crear un centro logístico para pequeños productores, la apertura de un supermercado cooperativo, la instalación de una cocina incubadora o el trabajo con más de 30 escuelas infantiles de la ciudad de Madrid.
García Castaño también ha subrayado otra apuesta, incluida dentro del eje de Compra Pública, comercio y restauración de la Estrategia. Se está elaborando una instrucción técnica de compra y contratación pública alimentaria sostenible y socialmente responsable.
La Estrategia Alimentaria que se presenta hoy es complementaria a otros planes municipales: el Plan de Derechos Humanos, el Plan Estratégico de Economía Social y Solidaria, al Plan de Impulso del Consumo sostenible y al Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático.
Principales medidas de la Estrategia Alimentaria
En la Estrategia se recogen algunas medidas que ya se están ejecutando y otras que se llevarán a cabo en el periodo 2018-2020, todas ellas ordenadas siguiendo las líneas de trabajo que establece el Pacto de Milán: gobernanza, dietas y nutrición, equidad social y económica, producción y distribución de alimentos y desperdicio alimentario.
Entre abril y junio de 2017 se desarrolló el proceso participativo antes detallado. Las propuestas recogidas en estos espacios se trabajaron en dos sesiones de valoración técnica con personas expertas y representantes municipales de las áreas de Gobierno con competencias en las distintas materias, y a continuación se presentaron en un último taller de devolución.
Diagnóstico alimentario de Madrid
Todas las medidas incluidas en la Estrategia se basan en un diagnóstico previo que las justifica.
Dietas saludables: en el diagnóstico se muestra que cerca del 40% de la población escolar de Madrid, de entre 3 a 12 años, presenta un peso por encima del recomendado por la OMS. La escasez y mala nutrición aparecen especialmente vinculados con los distritos de menor renta, dibujándose una desigualdad territorial entre el sureste y el norte de la ciudad. En cualquier caso, el consumo medio de la ciudad presenta un déficit de consumo de fruta, verdura y legumbres respecto a las recomendaciones para una dieta saludable, y un exceso de proteínas animales y de alimentos ultraprocesados. Como consecuencia de estas dietas inadecuadas, la quinta parte de la población presenta índices altos de colesterol y la misma proporción sufre de hipertensión arterial, lo que justifica todas las medidas destinadas a recuperar la dieta mediterránea.
Producción y transformación: el sector primario no tiene un gran peso en la economía regional. En relación al empleo, solo el 0,26 % de la población, menos de 10.000 personas, son empleados en este sector. Actualmente la superficie dedicada a huerta es cinco veces inferior a la de 1980. Recuperarla incrementaría la proporción de verduras de proximidad y contribuiría a mejorar la calidad del aire.
En este ámbito, el sector ecológico, aunque minoritario, ha experimentado un crecimiento significativo. En la última década el número de productores certificados se ha multiplicado por cuatro y el de elaboradores ha duplicado su presencia, especialmente en el sector de la transformación alimentaria, en panadería, fabricación de pasta e industria cárnica, una tendencia a la que se debería contribuir con medidas de impulso desde las administraciones públicas como las referidas en el proyecto MARES.
Abastecimiento y distribución: de los alimentos que se consumen en la ciudad solo un 4% tiene su origen en la Comunidad de Madrid, y un 17% más en las autonomías limítrofes. Casi un tercio de las frutas que se comercializa en Mercamadrid es de origen extracomunitario, y una cuarta parte del pescado fresco proviene de Europa. La producción local solo es destacable en el caso de la carne, de la cual el 13% se produce en la Comunidad de Madrid.
Residuos y desperdicio alimentario: siguiendo la información del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y cruzándolos con los precios de los alimentos, el desperdicio anual en hogares madrileños de alimentos y bebidas es de unos 21 kilogramos por persona, lo que supone en términos monetarios un coste de alrededor de 52 euros anuales.
La tasa anual de generación de residuos per cápita es de 385 kilogramos por habitante y año, de los cuales 98,6 son de origen orgánico, de acuerdo a información de la planta de Valdemingómez. Una adecuada recogida y tratamiento permitiría fertilizar casi la mitad de toda la superficie de regadío de la Comunidad de Madrid.
Pacto de Milán
El Pacto de Milán, promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, firmado por el Ayuntamiento de Madrid en octubre de 2015, es el primer protocolo internacional sobre materia alimentaria que remite a las ciudades. En él se aboga por que las ciudades impulsen sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, seguros y diversificados que aseguren comida sana y accesible a toda la población, situando la participación ciudadana en el diseño de las políticas públicas sobre alimentación como tareas fundamentales. Se apuesta, además, por impulsar los circuitos cortos de comercialización, por la lucha contra el desperdicio de alimentos y por rebajar la huella ecológica de la producción alimentaria.
En la actualidad, son más de 165 ciudades las firmantes, de las cuales 21 son de España, entre ellas Barcelona, Valladolid, Bilbao, Oviedo, Valencia, Zaragoza, Málaga, San Sebastián, Las Palmas de Gran Canaria, Córdoba o Pamplona que, juntas, suman una población superior a los 10 millones de personas. En la Comunidad de Madrid se han adherido, entre otras, Fuenlabrada, Alcalá de Henares y Rivas-Vaciamadrid.
Red Estatal de Ciudades por la Agroecología
En el acto de presentación celebrado hoy Nacho Murgui ha recordado que Madrid participa, junto con Zaragoza, Barcelona, Valencia, Pamplona, Oviedo, Córdoba, El Prat de Llobregat y Granollers, entre otras, en la Red Estatal de Ciudades por la Agroecología, un espacio de intercambio de información, de buenas prácticas y de apoyo mutuo que se formalizará en el último trimestre de 2018 y en cuyo ámbito se ha trabajado sobre el contenido de algunas medidas.